martes, 4 de marzo de 2014

Querido John (Dear John, 2010)

Introducción

El guion de Dear John es una adaptación por parte de Jamie Linden de la novela homónima de Nicholas Sparks, el escritor de la conocida El diario de Noah (The Notebook), con la cual, como veremos, Dear John guarda un notable parecido estructural. 

Logline: un soldado de permiso (John) y una estudiante (Savannah) se conocen de casualidad y se enamoran perdidamente, pero el soldado debe regresar a la guerra. Aun así, deciden apostar por guardar la ausencia del otro, cuidando la relación desde la distancia. Aunque ésta se prolongue más de lo esperado. 

Idea controladora: el amor puede ser más fuerte que el tiempo y la distancia. 

Como veis, seguimos con los dramas románticos, pues estoy trabajando en mi primer largometraje y me interesa ver qué estructuras se han hecho antes, cuáles han funcionado mejor, etc. Además, me ha sorprendido ves en esta película un tipo de subtrama que yo había incluido en mi guion. Al final, como suelen decir, las historias humanas son siempre las mismas. 



Tramas

Trama amorosa John-Savannah 

La trama principal coincide con la subtrama amorosa John-Savannah. Mientras visionaba la película, hice un esbozo de cuáles son los puntos clave de la relación. La flecha hacia arriba son puntos positivos y la flecha hacia abajo, los negativos. La longitud de la flecha tiene que ver con la cantidad de positividad/negatividad que ese acontecimiento añade a la subtrama. Quizás no se entiende muy bien la letra!


Para simplificarlo un poco, os transcribo aquí los puntos más cruciales:
John y Savannah, tras descubrir que están hechos el uno para el otro, se dan el primer beso (DETONANTE) -> John, al fin, se tiene que ir un año; lo afrontan con entusiasmo (GIRO 1) -> John regresa con la mala noticia de que tendrá que irse dos años más; Savannah se indigna, pero le perdona, resignada (MIDPOINT) -> Tras meses sin recibir cartas, John recibe una carta de Savannah en la que le comunica que no puede seguir con esta relación; se ha comprometido y va a casarse (GIRO 2) -> John regresa y, al fin, va a verla. Savannah le pide perdón. John se va, fríamente. (ANTICLÍMAX) -> Ella le escribe, arrepentida. Al cabo de un tiempo se reencuentran de casualidad y se dan un abrazo (CLÍMAX).

Subtrama John-Padre

Esta trama está inteligentemente mezclada con la principal. Savannah tiene especial sensibilidad por las personas "especiales" (autistas), como es el caso del padre de John, que ahora mismo no es más que un estorbo para su hijo. John aprende a valorar y querer a su padre viéndolo a través de los ojos de Savannah; esta reconciliación con la propia vida es un rasgo indiscutible del amor verdadero. Punto a favor del guion.

Veamos, para empezar, el backstory de esta relación:
De pequeño, John se encuentra una moneda híbrida -> Va con su padre a un anticuario. Les dice que algún día valdrá muchísimo -> Se dedican juntos a coleccionar monedas y buscar más híbridas -> John crece; olvida las monedas y pasa de su padre -> Padre se obsesiona por las monedas, su único pasatiempo ahora -> John no soporta a padre, y no tienen más que broncas.
Ahora veamos cómo termina la subtrama desde el comienza del relato de Dear John:
John está de permiso en casa; apenas hace caso a su padre -> John presenta a Savannah a su padre, por insistencia de ella. Ellos dos congenian muy bien, aunque a John le dé rabia -> Padre también va a el aeropuerto a despedirle -> Savannah cuida al padre mientras John está en la guerra -> Padre tiene que conocer a los de Savannah, pero se pone nervioso y se baja del coche; hace perder tiempo al único día de permiso de John -> Tim hace caer en la cuenta a John de que tiene suerte de un padre así -> Padre va a despedirse de John, afectuosamente -> John, en Afganistán, recibe noticias de que su padre está moribundo y va a verle -> John le escribe una carta y se la lee; pensó en él cuando estuvo a punto de morir en la guerra. 
El único gran agujero para con esta relación es la siguiente contradicción: John se empeña en prorrogar su estancia en el ejército porque Savannah está con otro. Pero luego John le dice a su padre que, cuando estuvo a punto de morir, pensó en él. No tiene sentido que no hubiera ido antes a verle.


Subtramas con Tim y el "Pagafantas"

Savannah-Tim: crecieron juntos y ella no puede evitar sentir un gran cariño hacia él, debido a su enfermedad. Por eso, al no estar John, a Savannah le pueden los nervios y termina accediendo a casarse con Tim. Aunque, después de la reaparición de John, Savannah deja amistosamente de vivir con él.

John-Tim: quizás la subtrama más compleja, debido a la enfermedad de Tim. Tim protege mucho a Savannah (amenaza, en broma, con partirle la cara a John si le hace algo a ella). Sin embargo, el peculiar personaje de Tim sirve para que John aprecie más a su padre y para, en el tercer acto, confesarle que Savannah sigue enamorado de él.

El Pagafantas: (no recuerdo el nombre del personaje; es el "pretendiente" del principio). Hay un grave problema con este tío: no es un rival de verdad. Desde el principio queda claro que John tiene vía libre con Savannah; el Pagafantas es una subtrama desperdiciada, casi roza lo cómico por las muecas que pone cuando ve a Savannah con John. Después, en la fiesta en casa de Savannah, resulta que ella ha invitado al Pagafantas porque es vecino; ¿realmente a John debería preocuparle? Distinto sería que fuera su ex o algo por el estilo. Por eso, la gran y última consecuencia de esta subtrama mal aprovechada, es la carta letal que Savannah envía a John: está comprometida. Por la reacción de John ("no dice quién, pero me lo puedo imaginar"), entendemos que piensa que se ha casado con el Pagafantas. Pero para el espectador es fácil deducir el gran "giro sorpresa" de que se trata de Tim. Y todo esto por no sembrar antes algo más de afecto o confusión de Savannah respecto al Pagafantas.


Mal final, mala película

Me atrevo a aventurar por qué está película ha tenido tan mala crítica. Además de que, inevitablemente, repite una serie de tópicos del drama romántico a distancia que calan mucho más en El diario de Noah, llega un punto en el que la historia pierde todo el interés. 

Empieza a tambalearse cuando, de golpe y porrazo, ella le comunica que va a casarse con otro. No olvidemos que se trata de una estudiante universitaria y que, además, está enamoradísima de John y ha aguantado un año amándole en la distancia. La última vez les hemos visto haciendo el amor apasionadamente, y de repente, al cabo de diez minutos de película, ella anuncia que se casa con otro; como espectadores, cuesta creerlo. Pero aun así, ¡venga! Admitimos que a ella le han podido los nervios y seguimos adelante con la película.

Cuando John regresa a Estados Unidos y después de fallecer su padre, se presenta, de sorpresa, en casa de Savannah. Y ella le recibe como si nada. Como si se tratara de un viejo amigo que pasaba por ahí. El gran problema es que, como espectadores, no nos hacemos a la idea de que han pasado seis años. Ese reencuentro quizás es lo que más me ha chirriado de la película. Cuesta creer, así, que no deje notar ningún tipo de nerviosismo o remordimiento.

Por último, el abrazo final, el clímax. Se supone que debe ser el colofón, que debe hacer que toda nuestra expectativa se cumpla y salgamos de la sala suspirando "¡qué bello es el amor!". Sin embargo, después de una carta de ella en la que admite que ya no tiene derecho a saber nada de él y le pide perdón, se reencuentran de pura casualidad y, sin decirse nada, se abrazan. Y funde a negro con suaves teclas de piano. ¿Y ya? Hubiera tenido más fuerza, incluso, dejar que no se vieran más. Que la historia terminara con la carta de Savannah y la esperanza de que, tarde o temprano, se volverán a ver. O de que se amarán por siempre jamás aunque no puedan estar juntos, y Savannah no quiera estar con ningún otro hombre por fidelidad a él, ante lo que tendríamos un entrañable drama. O, puestos a dar un final feliz, debería haber sido Savannah quien, tras buscar desesperadamente, consiguiera dar con el paradero de él y saltar a sus brazos, mientras él termina la carta, llorando y cubriéndole de besos, en lugar de ese reencuentro tan absurdamente casual. Porque este final tan moñas y tan inmerecido, sobre todo para Savannah, no resulta satisfactorio para nadie, por mucho que trate de amenizarse con la música. Y no tiene sentido que luchen más por su amor en los actos 1 y 2 que en el 3 (el riesgo al que se enfrenta el personaje debe crecer progresivamente, no menguar), porque, realmente, era mucho más bello el reencuentro en el aeropuerto en el minuto '46. También es el peligro de jugar con varios reencuentros (tres en total); el interés dramático va disminuyendo, y si no te dejas lo mejor para el final, ocurre lo que, lamentablemente, ha ocurrido en esta película. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario